A nadie le amarga un dulce y si son trufas menos.
Siempre que he ido a un restaurante y en la carta de postres pone trufas…no he dudado en pedirlas.
Nunca había hecho esta receta anteriormente, pensaba que era más elaborada, pero me sorprendió lo sencilla que es.
Creo que esta receta la tendríamos que tener todos en casa, si tenemos invitados y de postre les ofreces unas trufas y dices que las has hecho tú, quedas genial.
Así como vamos a renunciar a algo sencillo y bueno a la vez.
Ingredientes:
200 g chocolate negro para fundir
200 ml nata montar 35% M.G. mínimo
4 cucharas de azúcar glas
Virutas de chocolate o cacao en polvo
1. Calentamos en un cazo la nata.
2. Antes que empiece a hervir, retiramos del fuego y le añadimos el azúcar y el chocolate troceado o en pepitas.
3. Removemos con una varilla, hasta que el chocolate este totalmente integrado.
4. Verter la mezcla en una bandeja, tapar con papel film.
5. Dejar reposar en el frigorífico mínimo 6 – 12 horas.
6. Una vez pasado este tiempo, con una cuchara cogeremos porciones e iremos dando forma redonda.
7. Pasamos las bolas por virutas de chocolate o por cacao en polvo.
8. Terminadas ya todas las trufas, las conservamos en el frigorífico.
En mi caso a las trufas no les he puesto ningún licor, pero si lo deseáis podéis añadirle 50 ml de coñac o cualquier tipo de licor que más os guste.
Las trufas se pueden conservar también en el congelador, sacándolas un ratito antes de consumirlas, para que estén en su punto.
Solo os puedo decir una cosa, si os gusta el chocolate, os encantará esta receta!!!
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