Yo aquí organizando el menú semanal para no ir apurada todos los días.
Y aprovechando que he estado todo el día en la cocina, he preparado una Lasaña de Berenjena para dejarla lista justo solo para calentar. Así mañana puedo ir a hacer unos recados que tengo pendientes con toda la tranquilidad porque la comida ya está lista.
Lo primero que vamos hacer es cortar las berenjenas en rodajas, las colocamos en una bandeja de horno con un chorrito de aceite y sal.
Las llevamos al horno a unos 180º C, hasta que estén blanditas.
Mientras, vamos a preparar la carne picada.
En una sartén con un chorrito de aceite, ponemos la cebolla picada y dejamos que se poche lentamente.
Cuando ya la tengamos, añadimos la carne picada y salamos, yo le pongo 1 cucharadita aproximadamente.
Removemos para que se vaya haciendo la carne.
Cuando la carne ya esté casi lista, le añadimos la salsa de tomate y dejaremos cocinar un par de minutos más. Y reservamos.
Ahora vamos con la salsa bechamel.
Como veis la he dejado para lo último, porque para que te quede una buena bechamel, hay que estar pendiente de ella sin separarte, así que por eso me gusta prepararla sin tener que estar pendiente de vigilar otra cosa que tenga en el fuego.
Yo en este caso la voy a preparar con el robot de cocina, y así me hecha una mano.
Pero si lo hacéis a mano, os recomiendo que la hagáis con una varilla para que no queden grumos.
Otra cosa antes de que empecéis a prepararla.
Esta bechamel queda más bien líquida pero cremosa, hay quien le gusta más espesa, si es tu caso, en vez de poner un litro de leche poner 750 ml y listo.
Vamos con la salsa.
En un cazo u olla, ponemos la mantequilla y removemos hasta que se derrita por completo, añadimos la harina y sin dejar de remover, vamos cocinando bien, como os decía antes para que no sepa a harina cruda.
Quedará una pasta, pero no os preocupéis.
Le añadimos la leche, y removemos muy bien con las varillas para que se deshaga bien la harina y se incorpore con la leche.
Cuando veáis que tenéis todo integrado, le incorporamos la sal y la nuez moscada, y seguimos removiendo sin parar.
El truco para que quede genial, es no dejar de remover, para que no se pegue, para evitar grumos.
Así os quedará una bechamel completamente lisa.
Ahora ya tenemos todos los ingredientes listos, vamos a montar la lasaña.
En una bandeja pondremos un poquito de aceite y empezaremos con una capa de berenjena.
Encima le ponemos una capa de la carne picada que teníamos reservada y repartimos bien.
Ahora le ponemos salsa bechamel, aquí un poco al gusto, pensar que la bechamel, es la indicada que nos va hacer la lasaña mucho más jugosa.
Y volvemos a repetir los pasos, capa de berenjena, capa de carne, bechamel. Así hasta terminar, acabando con un capa de berenjena.
Vertemos toda la bechamel que nos queda, que cubra perfectamente toda la bandeja.
Espolvoreamos queso por encima, a mi me gusta ponerle mozzarella, pero en verdad podéis ponerle el queso que más os guste.
Lo llevamos a gratinar, el tiempo un poco a gustos, yo lo dejo más porque me encanta el queso muy tostado.
Y ya tenemos la lasaña preparada.
Si el plato es para comer al día siguiente, podéis dejar, lo de gratinar para el momento que os lo vais a comer o como yo he hecho que mañana solo tengo que calentar y disfrutar.
Y hasta aquí la receta de hoy, espero que os haya gustado y os animéis hacerla.
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Me despido con un fuerte abrazo, y nos vemos de nuevo aquí, en GASTRONOMIC.GS 💕
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